DEPORTES
¡Argentina campeón del mundo!
El seleccionado argentino de fútbol de salón toco el cielo con las manos en Montecarlo. Le ganó a Brasil 3-2 en una infartante definición y consiguió su segundo título mundial. El primero también fue en Misiones y el jugador de la Tierra Colorada, Sandro Antiveros, entró a la historia del deporte.
MONTECARLO. Parecía que la copa se la llevaba Brasil. Faltaba solamente 6 segundo para que termine el juego hasta que apareció Marcelo Mescolatti y marcó el 2-2 para forzar el tiempo extra. Antes Koltes malogró un penal y puso en jaque la definición, pero finalmente Renzo Grasso hizo festejar al país y a todos los argentinos del mundo.
Ante un marco imponente, más de 5 mil almas colmaron el Mundialista de Montecarlo para jugar su partido mundial. La escenografía era perfecta y más aún cuando Sandro Antiveros, el hombre de Plastimi abrió el marcador en el amanecer del encuentro. El estadio se vino abajo.
Sin embargo, los brasileños supieron llegar a la igualdad cuando promediaba el primer tiempo. Wilson Da Silva escapó por la derecha y asistió a Diego Da Costa para desazón argenta.
Mayor fue el dramatismo en el final del complemento, ya que Dos Santos marcó el segundo a poco menos de dos minutos para el cierre de definitivo. El sueño parecía truncarse, pero a falta de 12 segundos el árbitro cobró un insólito penal para Argentina, lo malogró Diego Koltes, el goleador del torneo y la historia se encaminaba para el lado de la canarinha.
Pero a 6 segundos del final, entró en escena Marcelo Mescolatti, el capitán, y empató el juego 2-2 estirando la definición a tiempo suplementario.
El alargue fue todo para Argentina. Apenas comenzó, Renzo Grasso, indicado como el mejor jugador del mundial, apareció en todo su esplendor para asistir a Gonzalo Pires y generar la tercera explosión en el estadio, pasar adelante en el marcador y no soltarlo hasta que sonó la chicharra final.
Tal como en 1994 en Puerto Rico, ahora en Montecarlo, Argentina se posiciona en la cumbre del fútbol de salón mundial. Y nuevamente con un misionero entre sus filas, antes fue Luchi Caballero y ahora Sandro Antiveros.
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