Posadas de cemento: árboles mutilados, calor extremo y activismo ecológico

El diseño de los nuevos barrios y la Costanera no priorizaron a los árboles. La poda indiscriminada mata lo poco que hay. El trabajo silencioso de vecinos para crear un pulmón verde.

POSADAS. La ciudad capital vive una expansión sin precedentes y el diseño ambiental no parece ser una prioridad. Como primer ejemplo, la avenida Costanera que contiene al río Paraná, se extiende a puro cemento adornada por palmeras exóticas que fueron colocadas luego de remover para siempre miles de ejemplares centenarios.

Conformando el ejido urbano en lo que técnicamente los arquitectos definen como isla de calor, nuevos barrios son inaugurados sobre una misma matriz: los árboles no son una prioridad.

La poda inconsciente y el desconocimiento de los que ejecutan el trabajo atentan contra cientos de árboles que fueron eliminados o mutilados.

La ausencia de un modelo o proyecto consensuado sobre arborización en la ciudad deja aislado el trabajo silencioso de un grupo de vecinos comprometidos, que comenzaron a plantar y cuidar celosa y sistemáticamente cientos de especies autóctonas que ya crecen en la Costanera.

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