El martes pasado un operativo policial, con una orden de desalojo, firmada por el juez en turno Marcelo Cardozo, quiso sacar a trabajadores de la salud del acampe frente al Ministerio provincial, en la intersección de las calles Junín y Tucumán. Anoche un grupo de civiles irrumpió en el lugar, les robaron carteles y los amenzaron con un arma de fuego.
Al cumplirse un mes desde el inicio del acampe, mediante el cual exigen mayor presupuesto y mejores condiciones laborales, los trabajadores recibieron en la madrugada de hoy, la visita de desconocidos quienes los amedrentaron.
Al respecto, el licenciado en Enfermería, Juan Carlos Benitez, uno de los voceros de la lucha, contó que: “Llegaron a las 2 y media de la madrugada, en al menos 3 autos, era un grupo comando, nos robaron nuestros carteles, gomas y un montón de cosas más y cuando se iban, desde un auto negro nos mostraron un revolver”.
Y agregó “en ese momento nos asustamos mucho y nos refugiamos donde pudimos, no quiero pensar que en Misiones hay grupos paramilitares, es una barbaridad lo que pasó”.
“A treinta días del comienzo del acampe, la única respuesta del gobierno provincial ha sido la represión y el amedrentamiento. Ayer nos manifestamos frente a la Casa de Gobierno, en la plaza 9 de Julio y eso les molestó, sabíamos que algo raro iba a pasar, pero no nos imáginamos esto”.
Otra de las trabajadores pidió: “A los grupos de mujeres, las feministas, las que defienden los derechos de las mujeres, les pedimos por favor que nos acompañen. Acá la mayoría somos mujeres, no nos importa de que partido político son, acá todas son bienvenidas, somos pacíficas”.
Graciela, una enfermera con más de 30 años de antiguedad también se expresó: “Qué pasa con los derechos humanos?, nos sacaron hasta los baños. Dónde está el Defensor del Pueblo, dónde está el intendente?”, incluso fue más allá y dijo “quiero que sepa señor Rovira, señor gobernador Herrera Ahuad, señor ministro, de acá no nos movemos, si quieren pegar, aguantaremos, el personal de salud sabe como defenderse”.
VIVO. PERSONAL DE SALUD DENUNCIA QUE ANOCHE, UN GRUPO DE PERSONAS NO IDENTIFICADAS, IRRUMPIÓ EN EL CAMPAMENTO Y LOS AMENAZÓ CON UN ARMA DE FUEGO
Publicado por La Voz de Misiones en Jueves, 8 de octubre de 2020
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Sería inminente la entrega de Antonella a su hermana de sangre
Un equipo de trabajadores sociales y psicólogos fue a inspeccionar las condiciones socioambientales de una hermana biológica cercana a la familia Dávalos.
El futuro de Antonella, la niña de 4 años que fue arrebatada de la familia que la crió desde los dos meses de vida en la ciudad de Eldorado, sería permanecer bajo la guarda de su hermana biológica, Luzmila Rodríguez, de 19 años.
La jueza subrogante en el trámite de adopción de Antonella, Lorena Toledo, trabaja sin descanso intentando resolver hoy mismo el destino de la pequeña.
Afuera, en la vereda del Juzgado de Familia N°1 sobre calle Dinamarca, cientos de vecinos, familiares y amigos se manifiestan en reclamo de la inmediata restitución de la menor a sus padres del corazón.
En este momento en equipo de trabajadores sociales y psicólogos realizan una inspección socioambiental, en compañía de la mamá adoptiva, que sigue de cerca cada paso en la causa intentando volver a ver en las próximas horas a su hija.
La familia Dávalos, quienes criaron a la pequeña, considera favorable la posibilidad de que Antonella quede provisoriamente bajo el cuidado de su hermana, con quien mantienen un contacto cercano y una relación afectiva.
Antecedente
La jueza titular del Juzgado de Familia N°1 de Eldorado, Corina Jones, determinó ayer retirarle la guarda a la familia Dávalos para que la menor continúe viviendo con una pareja de mujer policías, de Posadas.
Luego del escándalo suscitado en la puerta del juzgado cuando la policía intentó llevarse a la menor, el Superior Tribunal de Justicia convocó a Jones y por estas horas la causa de Antonella está en manos de su subrogante, Lorena Toledo.
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Eldorado: jueza arrebató a niña de su familia adoptiva y les puso un bozal legal
En la ciudad de Eldorado, una niña de 4 años que fue adoptada cuando tenía 2 meses de vida, por un vecino de la ciudad y su esposa, fue repentinamente arrancada del seno familiar por decisión de la jueza de familia Corina Jones y entregada a una pareja de mujeres policías de la ciudad de Posadas.
La Voz de Misiones habló en exclusiva con Andrea Dávalos, tía de Antonella, ya que tanto los padres de la menor como sus abogados se encuentra imposibilitados de hablar porque la magistrada les aplicó un bozal legal.
La madre biológica de la pequeña es una paciente psiquiátrica, tiene esquizofrenia y vive en la calle. En ese marco, la familia Dávalos la adoptó desde recién nacida y nunca dejó de tener contacto con la familia de sangre.
Mirá el video de cómo separaban a la niña de su familia
“No nos dieron ningún tipo de explicación, solamente les citaron a mi hermano y mi cuñada al juzgado para quitarles a la niña. Pedimos por favor que la devuelvan. Es injusto que luego de casi cuatro años de vivir con su familia quieran llevarle con desconocidos”, refirió la tía.
Asimismo, la tía agregó que: “Yo tengo un hijo de 4 años, con el cual Anto jugaba todo el día. Hoy se la llevaron desvanecida, la nena no paraba de llorar, le están causando un daño psicológico irreversible. Tengo entendido que se la entregaron a dos mujeres policías de Posadas que son pareja, pero no sabemos ni dónde la llevaron, estamos desesperados”.
En imágenes viralizadas en las redes, se ve a los padres y otros familiares de la pequeña llorando y suplicando que no se lleven a su hija. Los gritos son desgarradores: “Acá te espero, Anto”, clama la mamá de rodillas, “acá te espero mi amor, necesitamos justicia, Antonela vení”, grita afuera del juzgado, ubicado en la calle Dinamarca, de la Capital del Trabajo.
Desde esta mañana y hasta las 20 horas, la familia Dávalos estuvo frente al Juzgado de Familia, situado en el kilómetro 9, para solicitar explicación del porqué Antonella fue arrebatada de su familia.
En ese contexto, la tía explicó que el proceso legal era el normal y contaban con la guarda con fines de adopción: “Mi hermano y cuñada hicieron todos los trámites de adopción, el mismo juzgado que les dio el bebé con solo 2 meses de vida hoy se lo quitó sin explicación. Los llamaron temprano diciendo que a las 10 tenían que estar presentes. No mandaron una citación al domicilio por escrito con días de antelación, solamente llamaron y dijeron que en unas horas tenían que estar allá”.
Además, la hermana del padre explicó que, desde que la nena fue adoptada, crearon un vínculo con su familia biológica para que la niña no pierda sus orígenes: “Jamás los apartamos de su vida, al revés, en cada acontecimiento de la pequeña estuvieron juntas las dos familias, vivimos cerca una de la otra, la ven con frecuencia”.
La hermana de sangre de Anto y su tía, junto a su familia adoptiva, tratan de entender el fallo de la jueza y hoy se pasaron todo el día pidiendo justicia frente al juzgado. Al respecto, Andrea dijo: “Ellos están muy contentos por el vínculo que tuvimos, su hermana, tíos y tías comparten momentos con nosotros y es injusto que después de todos estos años nos hagan esta barbaridad”.
La jueza del silencio
La titular del Juzgado de Familia N° 1 de Eldorado, Corina Jones, obligó a guardar silencio a los padres de la pequeña Antonella, luego de que, por una decisión suya sin fundamentos conocidos, arrancara a la niña de 4 años de seno de la familia Dávalos, quienes cuidaron de ella desde los primeros meses de vida, mientras esperaban terminar los trámites para concretar la adopción.
La jueza es nueva en su cargo. Juró ante el Superior Tribunal el 8 de septiembre de este año. La orden de silencio impartida sobre los padres adoptantes avasallados e inmersos en el dolor también se extendió a la abogada que los representa, Sandra Olcece; a la familia biológica que acompaña el reclamo (una hermana y una tía) y a su abogado, Juan José Selva Andrade.
Las características de la decisión de la magistrada “parecieran una muestra de poder”, le dijo a LVM una fuente judicial consultada sobre este caso. “La inexperiencia de la jueza es la única manera de justificar el bozal legal impuesto a las partes que claman volver con la niña”, analizó.
La decisión de la jueza Corina Jones rompe el vínculo de la niña con la familia biológica, algo ilógico dentro del Derecho de Familia. Y es que los adoptantes lograron un contacto permanente con parte de los que tiene lazos de sangre con Antonella.
Para peor, el nuevo hogar donde la jueza cree que la niña debe vivir es a 200 kilómetros, en la ciudad de Posadas, lejos de Eldorado, donde nació y vivió toda su vida.
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Femicidio de Vilma Mercado: nuevo sospechoso daría un giro a la causa
La causa fue elevada a juicio y tiene como único sospechoso al soldado voluntario Carlos Luis Leandro Villar, pero su defensa ahora pide la inclusión de una prueba que habría sido pasada por alto en la instrucción y que ubicaría a un tercero en la escena del crimen.
La noche del miércoles 23 de octubre de 2019, Vilma Mercado salió de su casa del barrio Las Orquídeas, de Puerto Iguazú. Dos días después, fue encontrada asesinada al costado de la ruta 12, en una zona de malezas cercana a la rotonda de acceso a la Ciudad de las Cataratas.
Minutos después de abandonar su hogar, la joven de 19 años mandó un mensaje a un grupo de WhatsApp que compartía con sus amigas, a quienes reveló que se iba a encontrar con un chico, aunque sin mencionar su nombre, y envió una foto esperándolo. Eso fue a las 00:05 del jueves 24, la misma hora a la que la muchacha ingresó a la aplicación por última vez.
En la madrugada del viernes, detuvieron como sospechosos del hecho a Carlos Luis Leandro Villar, un soldado voluntario del Ejército Argentino oriundo de El Alcázar y que prestaba servicios en la ciudad turística.
En el allanamiento a su casa, se incautó un teléfono celular de su propiedad, además de un chip perteneciente a la víctima y una cinta de embalar de características similares con las que Vilma Mercado fue atada y sometida para ser abusada por su victimario.
Las pruebas
Sin embargo, el abogado penalista Carlos Sebastián Benítez, quien asumió la defensa de Villar hace unas dos semanas, sostuvo en diálogo exclusivo con La Voz de Misiones que “los cortes de las puntas de la cinta incautada en la vivienda del imputado no coincidieron con los de la escena del crimen”.
En cuanto a las pruebas genéticas, “no hay ADN en todo el expediente”, dijo y agregó: “Es más, en el lugar del hecho se encontraron dos colillas de cigarrillos, y nunca extrajeron ADN”.
En el mismo sentido, el letrado aseguró que tampoco había huellas dactilares en el cuerpo de Vilma Mercado que pertenecieran al militar.
Respecto al chip que Villar tenía en su poder, el defensor argumentó que “se lo dio ella, porque no quería que el novio gendarme la encuentre…”, dijo en relación al vínculo que, presuntamente, había cortado la joven tiempo antes de su muerte con un efectivo de la fuerza federal oriundo de Paso de Los Libres, Corrientes.
Pero más allá de esos puntos concretos, Benítez aportó un dato más que, si bien no exculpa a su defendido, abre una ventana que podría dar un vuelco en la causa, que fue elevada a juicio en septiembre de este año.
Una ventana
Según consta en el acta policial redactada por los efectivos que estuvieron en la escena del hallazgo del cuerpo, estos detectaron la huella de un automóvil. Además, se encontró una lata de cerveza marca Brahma y “un comprobante de seguro de la compañía Escudo, con número de matrícula determinado”. Se trata de un documento que habilita para trabajar a los promotores de seguro y que contiene los datos personales que lo identifican.
“No se tuvo en cuenta que el lugar del hecho ofreció un elemento probatorio para el desarrollo de la investigación”, marcó el abogado defensor del único sospechoso, quien actualmente está detenido con prisión preventiva en la Unidad Penal III de Eldorado.
Es que, de acuerdo al penalista, la credencial encontrada en el lugar del crimen pertenece a un promotor de seguros matriculado de la ciudad de Eldorado, un hombre de unos 60 años identificado con las iniciales O.A.G.
“No existe una explicación fehaciente que pueda determinar qué hacía o cómo se encontró el seguro de la compañía Escudo de su pertenencia en el mismo lugar en el que se encontró el cuerpo de la víctima”, planteó Benítez exponiendo a la Justicia por no seguir una nueva línea investigativa.
Por otro lado, refirió que su defendido, que todavía no fue indagado, “dijo a una amiga de Vilma y a su madre que el día del crimen dejó a Vilma en la rotonda de acceso a Puerto Iguazú y la vio subirse a un Gol Trend negro”.
Es así que, frente al domicilio del ahora identificado -cuya dirección consta en la credencial del seguro encontrada en el escenario del femicidio-, se constató que había estacionado un automóvil de similares características, “que haría pensar que es de él”, dijo Benítez.
“Se encontraron huellas de un auto y Villar sólo tiene moto, como lo constató su locataria”, apuntó el abogado.
Preguntas y huellas
Tras plantear sus dudas sobre la culpabilidad del soldado en el brutal crimen que sacudió a la provincia, el letrado solicitó al Tribunal Penal Uno de Eldorado el llamado a indagatoria de O.A.G., el hombre del seguro.
Además, pidió que se le tomen las huellas dactilares y se las coteje con las encontradas en la cinta y en la lata de cerveza que se levantaron en la escena, ya que éstas dieron negativas con las muestras tomadas al soldado voluntario.
Planteado este escenario, se supo que, durante la última semana, el fiscal Federico Rodríguez se inhibió en la causa, lo cual generó mucho rechazo en la comunidad, que clama justicia por Vilma. En las redes sociales, publicaciones con el hashtag #BastadeJusticiaPatriarcal pidieron la expulsión de Rodríguez del sistema judicial.