Vecinos del barrio Apepú de Santo Pipó viven una situación insólita, cuando abren sus canillas en lugar de salir agua potable, reciben barro con gusano. Afirman que siempre tuvieron problemas con el agua pero se agudizó durante la cuarentena.
SANTO PIPÓ. “Es indignante vivir así, cuando no pasamos por semanas enteras sin servicio por la bajante, el agua es color chocolate, tiene olor a podrido y algunas vecinas hasta llegaron a encontrar gusanos”, relató con angustia a Analía Benítez “no hay quien nos atienda desde que se dictó el aislamiento”.
“La situación no es de ahora, aunque si se agravó por la cuarentena. Por el aislamiento, las oficinas de la cooperativa están cerradas y no hay forma de hacer reclamo. Directamente no tenemos respuestas”, cuestionó en diálogo con Primera Edición.
La toma que se origina en el arroyo Ñacanguazú no pasa por la planta potabilizadora sino que va directo a las casas. Para mejorar el servicio se hace necesarias algunas obras aprobadas por el EPRAC.
Benítez se quejó que todos los meses les cobran por “un pésimo servicio, a veces el agua llega blanca como leche, y nos han dicho que es por el tratamiento con cloro y cal. Personas que usan esa agua han reportado erupciones cutáneas e infecciones”, siguió contando.
Como paliativo a la situación, La yerbatera Pipore provee agua potable de la perforación que tiene en su predio, desde ahí dispuso puso una canilla para que toda la población cuente con agua para satisfacer sus necesidades básicas. “Pero en un paliativo. Exigimos una solución de fondo”, expresó.
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Herrera Ahuad visitó a Antonella
El gobernador respaldó a la familia que reclama que le devuelvan a la niña que criaron como su hija y que pretenden adoptar:
“La vi integrada al ambiente y con mucho afecto”.
El gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, visitó a la pequeña Antonella en su casa de Eldorado. Fue el sábado por la tarde durante una visita a la Capital del Trabajo, como publicó en exclusiva el medio digital Stop en Línea.
En diálogo con La Voz de Misiones, el mandatario repasó los detalles del encuentro que se concretó en una casa del Barrio Primavera, en el kilómetro 2.
“Los visité. Noté empatía y afecto”, comenzó Herrera Ahuad, quien también es médico pediatra, en un análisis coincidente con el informe psicológico que recomendó a la Justicia no separar a la niña de sus padres del corazón, Ester Barreto y Luis Narciso.
El gesto del titular del Poder Ejecutivo con la familia de Antonella llegó en medio del reclamo continuo de la comunidad, que quiere que la Justicia -ahora la Cámara de Apelaciones– contradiga de una vez el fallo de la jueza Corina Jones, a cargo de Juzgado de Familia N°1 de Eldorado, que con su decisión arbitraria arrancó a la niña de la familia que la protegió desde recién nacida y que, desde siempre, pretende adoptarla.
Luego de una charla cercana con Ester y Luis, y de interactuar con la pequeña Antonella, el gobernador hizo su propia evaluación socioambiental, y le dijo a LVM: “Impresiona un núcleo familiar armónico”.
En un análisis breve y concluyente, el doctor afirmó: “Al a niña la vi integrada al ambiente y con mucho afecto”.
Tiro por elevación
Sin mencionar aspecto alguno de la causa judicial en torno a la adopción de Antonella, el gobernador Herrera Ahuad marcó su apoyo a la pareja que reclama la legalidad para continuar criando a su hija del corazón.
Sobre la visita del gobernador, Leandro Dávalos, tío de niña (hermano por parte de madre de Luis Narciso, el papá de Anto), repasó:
“En vez de enviar a un asesor, vino él a ver cómo vive Antonella”.
La visita sirvió además para que la familia le informe de primera mano la historia de la pequeña. Le entregaron una copia del informe psicológico que recomienda dejar a Antonella con mamá Ester y papá Luis y parte del expediente que la familia cuestiona y que la Cámara de Apelaciones revisa por estos días.
Como un tiro por elevación, Herrera Ahuad marcó su apoyo a los Narciso, los Barreto y los Dávalos, la gran familia que rodea a Antonella. Mientras tanto, todas las mañanas de mantiene firme una guardia de pacíficos manifestantes con carteles en la puerta del juzgado por calle Dinamarca.