Hasta ahora en Misiones fueron cinco personas las que sufrieron accidentes por picaduras de la araña de rincón y en dos de estos casos resultaron fatales, según el registro del Programa de Animales Venenosos de Salud Pública de la Provincia.

La araña de rincón como se la conoce popularmente o Loxosceles laeta -nombre científico- es considerado un artrópodo peligroso; su picadura produce frecuentemente reacciones sistémicas severas e incluso la muerte. Habita todo el suelo de Misiones, también se la encontró en Paraguay y en Brasil. La araña suele elegir lugares oscuros y poco frecuentados, por eso su apodo.

El riesgo es que puede estar en cualquier vivienda y sobrevivir a las heladas e incluso a fumigaciones, señaló Roberto Stetson, titular del Programa de Animales Venenosos -consultado por El Territorio-, por lo que recomendó limpiar todos los rincones y airear los ambientes, ya que “la inoculación de su veneno por mordida puede ser letal para personas con patologías crónicas o con sistema inmune debilitado, como fue el caso de las dos personas que fallecieron este año por accidentes con esta araña”. Amplió que los cuadros mortales se dieron en adultos mayores que además consultaron a los días de ser picados; también tenían enfermedades de base, que los hacía muy susceptibles a sufrir complicaciones.

Trascendió que a partir de Mayo se empezaron a registrar los ataques de esta araña, tres accidentes fueron en Posadas, uno en Oberá y otro en Apóstoles.

En Oberá la araña picó a un niño de 3 años que fue asistido en el Hospital Samic. Para el caso de Apóstoles la víctima resultó un operario que se colocó la bota de trabajo y la araña estaba en el interior del calzado; el hombre se repuso, aunque el veneno le provocó una herida dolorosa.

En Posadas, dos personas mayores sufrieron la picadura de la araña, sus cuadros se complicaron por sus enfermedades de base y por el diagnóstico tardío y fallecieron.

El último encuentro con un ejemplar loxosceles, lo tuvo el productor Jorge Spasiuk hace diez días y ayer señaló que todavía no se recuperó de los dolores. “No hubo complicaciones y los médicos como el doctor Stetson atendieron mi caso muy pronto y seguí el tratamiento con antibióticos y antialérgico”, dijo.