Matías y Santino duermen juntos, ven dibujitos en la tele y les encanta salir de paseo: la plaza es el lugar favorito para compartir juegos y tardes de diversión.
TUCUMÁN. Jamás había pensado ser padre. Hasta aquella tarde en que los ojos de Santino se cruzaron en su camino. La conexión fue inmediata. Matías Devicenzi (31) sintió que su corazón latía más fuerte que nunca. “No puede ser”, se repetía a sí mismo. Como es enfermero de neonatología sabe que no puede encariñarse demasiado con los pequeños que pasan por ahí. Pero una fuerza superior lo llevó a leer la historia clínica. Y se estremeció.
Colgada en la cuna de acrílico transparente, la ficha médica era más que desalentadora. Santino había sido abandonado en el hospital del Este Eva Perón a minutos de nacer. Su futuro era muy incierto: presentaba problemas genéticos y malformaciones, deficiencia respiratoria y una patología uronefrológica.
Corría febrero de 2017. Con esa historia en su mente Matías se fue de licencia. Apenas regresó a su trabajo en el hospital preguntó por el bebé. No sólo seguía internado en Neonatología, sino que su estado de salud se había agravado y su vida pendía de un hilo.
“Fui en seguida a verlo. Recuerdo que estaba en coma, con asistencia mecánica respiratoria. Soy de hablarles mucho a los bebés. Así que lo encaré y le dije, sin pensarlo dos veces: ‘che Negro, si me abrís los ojos te llevo a casa’”, cuenta Matías, todavía emocionado por aquel momento en el que lo imposible ocurrió. Santino despertó y lo miró fijo.
El joven enfermero decidió entonces que debía mover cielo y tierra para cumplir con su promesa. “Todos me decían que estaba loco. ¡Cómo me iba a meter en esto solo y a los 29 años! Además, me insistían que yo era varón y soltero, y que por lo tanto ningún juez me iba a dar la adopción”, recuerda.
Pero a él no le importó. Primero fue a anotarse al registro de adopción y luego se sometió a todas las entrevistas sociales. Mientras tanto, Santino iba a cumplir cinco meses y su salud no mejoraba mucho. De hecho tuvieron que operarlo porque su vejiga estaba a punto de explotar, grafica el enfermero. “En ese momento, asumí que era su papá aun sin serlo. Le dije: ‘hijo aquí estoy, vas a estar bien y vamos a ser muy felices juntos’”, rememora.
Después de la ureterectomía, Santino fue llevado a la Sala Cuna. Y durante dos meses Matías no lo pudo ver. Hasta que salió la guarda legal, el 12 de octubre de ese año (justo el día de su cumpleaños número 30). Cuando por fin logró llevarlo con él a su casa, el bebé tenía siete meses y un retraso madurativo de cinco meses. No se sentaba ni gateaba, ni mucho menos podía balbucear el clásico “ago, ago”.
El primer paso como flamante papá fue llevar al pequeño a estimulación temprana. Como Matías todavía vivía en casa de sus padres, en ese momento el bebé recibió una sobredosis de amor de los abuelos, cinco tíos y una veintena de primos. Al poco tiempo había alcanzado la madurez correspondiente a su edad.
El camino no fue fácil para este papá. Sabía perfectamente que cuidar niños con limitaciones era complicado y que eso le iba a exigir mucha dedicación. Sin embargo nunca pensó en echarse para atrás. Se hizo tiempo para llevarlo a todos los médicos que necesitaba. “Santino tuvo dos cirugías más; una en la que debieron extraerle un riñón para normalizar el funcionamiento urinario y otra para operarle las manos y los pies, ya que había nacido con seis dedos y eso le estaba complicando la estabilidad para caminar y para manipular objetos”, detalla.
Tras las intervenciones les tocaron días de yeso y de mucha contención. Pero lo peor ya había pasado. Hoy Santino está muy lejos de ser ese nene que estuvo al borde la muerte. Se recuperó totalmente: es un niño fornido, desenvuelto e independiente. Se sube a la cama solo y corretea de un lado a otro en el monoambiente al que se mudaron en noviembre para vivir solos padre e hijo.
Es un lugar pequeño, pero muy acogedor. Hay dos sillas, una cocina, un desayunador y una cama grande en la cual duermen juntos. Al frente, un televisor cuyo control remoto sólo admite canales de dibujitos animados, detalla Matías.
Hay juguetes por todos lados, fotos de Santino y bolsas con ropa de bebé. “Los días que hago guardias de 12 horas (15 veces por mes), como hoy, él se va a la casa de la abuela”, explica el joven papá, que todavía no está efectivo en el sistema de salud.
Se levantan juntos. Todos los días le hace la mamadera, le cocina lo que le gusta (no puede comer nada con sal), lo baña, lo cambia y lo lleva a pasear. “Su lugar favorito es la plaza, le encanta”, describe el enfermero. Apenas cobra el sueldo, corre a comprarle un juguete. “Le enloquecen los autos y los caballos”, precisa. Hace poco hasta se fueron de viaje en avión a Buenos Aires y fue una gran aventura, cuenta. El niño lo mira fijo, lo acaricia con la mano, le saca el teléfono celular y pone videos infantiles. “¡Realmente me puede!”, confiesa.
Ya olvidó lo que es ver una película entera, ir al gimnasio o dormir varias horas cuando llega de la guardia hospitalaria. “A comparación de todo lo que gané, eso no es nada”, resalta. Y su sonrisa se amplifica cuando cuenta que hace unos días le salió legalmente la adopción.
El 20 de febrero Santi cumplió los dos años. Y por supuesto una de las primeras palabras que aprendió a pronunciar fue papá, admite Matías con la mirada húmeda. Recuerda aquella historia clínica repleta de malas noticias y no puede creer cómo el niño está ahora, tan saludable.
“Es todo lo que no imaginé nunca. Hubo una conexión desde el primer día que nos conocimos. Cuando me preguntan por qué lo adopté, la respuesta es simple: él me eligió a mí”, resume el enfermero. El niño de los ojazos marrones que se abrieron como señal de esta historia de amor lo abraza una vez más. Y en ese acto, sin querer, levanta la manga de la chaqueta de su papá. Ahí, en el brazo izquierdo -muy cerca del corazón- hay un tatuaje con la figura de un padre y su hijo. Abajo, la leyenda dice: “siempre juntos”.
En un año sólo se anotaron tres padres solteros para adoptar
A los 29 años cualquier joven profesional está pensando en su carrera y en su futuro laboral. A Matías Devicenzi, que ni siquiera estaba efectivo en su trabajo, nada de eso le importó cuando conoció a Santino. Sobran los dedos de la mano para contar la cantidad de padres solteros que se postulan para adoptar un bebé.
El año pasado, según había informado el vocal de la Cámara de Familia Hugo Rojas, había sólo tres hombres solteros inscriptos en el Registro de Adoptantes provincial. Las mujeres solas anotadas con el mismo objetivo eran 35. “Una pareja no es mejor o peor que una madre o un padre solo para un niño; los jueces consideramos cada niño en particular y decidimos qué es lo mejor que le podemos brindar”, apuntó Rojas. Eso quedó demostrado en el caso del Matías Devicenzi.
“Es un padre ejemplar”, destacó el abogado Juan Manuel Posse, que representa al joven enfermero en el proceso de adopción que ya logró su sentencia.
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NACIONALES
Senadores ya debaten la ley de aborto: los misioneros, dos en contra y uno a favor
La Cámara de Senadores de la Nación comenzará hoy a debatir en comisiones el proyecto de despenalización del aborto.
En un intenso año legislativo, que en medio de una pandemia fue más agitado que años anteriores, la votación definitiva se espera para el 29 de diciembre, mientras que las sesiones ordinarias irán hasta el 3 de enero de 2021.
El Ejecutivo nacional espera aprobar el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y el plan de los 1.000 días –una promesa de campaña de Alberto Fernández– tras obtener la media sanción en la Cámara de Diputados en la madrugada del viernes pasado con 131 votos a favor, 117 en contra y seis abstenciones.
A partir de las 14 de hoy, los senadores empezarán a sesionar en forma virtual el plenario de tres comisiones que el jueves emitiría un dictamen para que se pueda debatir el 29 de diciembre.
El día de la votación, el debate será presidido por la comisión Banca de la Mujer, que lidera la pampeana Norma Durango (Frente de Todos) y también intervendrán la de Justicia y Asuntos Penales, con el neuquino Oscar Parrilli a la cabeza (otro legislador del oficialismo) y la de Salud, cuyo titular es el radical jujeño, Mario Fein, quien ya expresó su rechazo a esta iniciativa.
Voto a voto
De acuerdo a los primeros sondeos, las posturas a favor y en contra de la IVE se encuentran en un empate técnico. Hasta último momento habrá negociaciones con la intención de volcar la balanza hacia un lado u otro y se espera que la pelea sea voto a voto.
Esta vez, el peronismo está decidido a ganar, luego de la derrota de 2018 por 38 a 31 cuando era oposición al gobierno de Cambiemos.
Ahora, en los diferentes bloques, como ocurriera con los diputados, la posición no es uniforme. Todavía hay entre cinco y seis senadores que no se pronunciaron sobre el tema.
Como ya sucedió en la Cámara de Diputados irán a exponer en el Senado expertos en el tema entre este martes y miércoles con el objetivo de convencer a los indecisos o indefinidos. Quienes están a favor del proyecto y los que están en contra se dividirán en partes iguales a esos expositores, que serían, en principio, 30.
Cuando se voten ambos proyectos estarán habilitados para participar 71 senadores. La Cámara la integran 72, pero el tucumano José Alperovich pidió la prórroga de su licencia hasta el 31 de diciembre, ya que se lo investigado en una causa por abuso sexual tras la denuncia de una de sus sobrinas, quien también había trabajado como una de sus asesoras.
Hay otro senador, el catamarqueño Oscar Castillo, que declaró que se abstendrá. En 2018 había votado afirmativamente pero en este momento acusa al Gobierno de oportunismo político. Más allá de estos dos casos, los que relevan números en la Cámara Alta ven por ahora un 32 a 32 en las preferencias en la crucial votación.
En caso de haber igualdad, desempatará Cristina Fernández de Kirchner, quien ya avisó a los legisladores que prefiere evitar esa situación.
El voto misionero
Los tres senadores por Misiones, Maurice Closs, Magdalena Solari Quintana, de la renovación, y Humberto Schiavoni, del PRO, adelantaron su voto. Por su parte, el ex gobernador y actual vicepresidente primero de la Cámara Alta aseguró que irá en contra de la iniciativa del presidente, quien dio libertad de acción a los legisladores.
Mismo camino seguirá Solari Quintana, quien ya se pronunció en oposición a la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en la votación de 2018, y este año ratificó su compromiso con la ola celeste provida.
De su lado, el senador Schiavoni se pronunciará de igual forma que en el debate de hace dos años y apoyará la iniciativa que lleva al pañuelo verde como signo de lucha.
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NACIONALES
Diputados dio media sanción a la legalización del aborto y ahora se define en el Senado
La Cámara de Diputados aprobó esta mañana en general por 131 votos a favor el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Ahora pasará al Senado.
Tras casi 20 horas ininterrumpidas de discursos, la Cámara de Diputados dio veredicto y aprobó, como lo hizo en 2018, el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) con 131 votos positivos, 117 negativos y 6 legisladores que se abstuvieron.
Ahora todas las miradas están sobre el Senado, que hace dos años rechazó la legalización del aborto; la semana próxima arrancará el debate en las comisiones y se estima que antes de fin de año se dará la discusión en el recinto.
A lo largo de la reunión del pleno del cuerpo, expusieron más de 160 oradores a favor y en contra del proyecto y en el último tramo cerraron el debate los diputados que defienden cada uno de los dictámenes de mayoría y minoría.
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NACIONALES
El aborto legal baja al recinto para un debate de 30 horas, en Diputados
Un plenario de comisiones dio despacho a la iniciativa del Ejecutivo. Lo hizo con modificaciones. La sesión comienza este jueves.
La Cámara de Diputados e la Nación, en un plenario de comisiones, dio dictamen al proyecto de interrupción voluntaria del embarazo y será debatido desde este jueves y hasta el viernes en una sesión especial del cuerpo, por unas 30 horas.
Con la mirada puesta en el Senado, la Cámara más complicada a priori en términos numéricos para el acompañamiento a la legalización del aborto, el texto del proyecto de Diputados sufrió algunos cambios para asegurar un piso más alto de votos.
La iniciativa por la interrupción voluntaria del embarazo fue tratada en un nuevo plenario de comisiones de Legislación General -que preside Cecilia Moreau (Frente de Todos)-, Penal -encabezado por Carolina Gaillard-, Salud -por Pablo Yedlin- y Mujeres -por Mónica Macha-, que se realizó por primera vez en el recinto de sesiones para mantener el distanciamiento social.
Al abrir la reunión, Moreau, destacó el nivel del debate que se desarrolló en las reuniones informativas, que calificó de “ordenado, prolijo y respetuoso”, y dijo que en ese clima “están dadas las condiciones” para emitir el despacho.
El proyecto establece que “las mujeres y otras personas con identidades de género con capacidad de gestar” tienen derecho a practicarse un aborto hasta la semana 14 del proceso gestacional.
Además, habilita la “objeción de conciencia” por parte de profesionales de la salud que no quieran llevar a cabo la práctica, aunque no será admitida a nivel institucional.
También remite al Código Civil los casos de las jóvenes de 14 y 15 años, ya que los embarazos gestados hasta los 13 se consideran violación y los mayores de 16 están encuadrados en las normas vigentes con su respectiva figura legal.
Los diputados a favor del proyecto tendrían casi asegurados los 129 legisladores que se necesitan para superar la mayoría absoluta que se requiere para aprobar la iniciativa y confían en sumar algunos de los indecisos que, según ese sector, se va achicando cada vez más cuando se acerca la sesión.
El denominado sector “verde” contabiliza 124 votos a favor, según señalaron las fuentes consultadas por Télam, en tanto que el resto de los pocos indecisos o los que aún no se definieron -que ya se redujo a menos de una decena en las últimas horas- no descartan optar en el recinto por la abstención.