POSADAS. El ataque que sufrió el ex rector de la Universidad Católica de Santa Fe-Filial Misiones, Jorge Galeano, el 16 de mayo de 2000 nunca se aclaró, ya que las investigaciones avanzaron hasta un punto, donde misteriosamente se estancaron como a pedido de los mismos que debieron dar explicaciones.
Nadie supo nunca que pasó realmente ese día a la siesta, en la oficina que el rectorado de la UCSF ocupaba en la calle Junín, frente a la plaza San Martín de Posadas, adonde un ingresó un desconocido/a/as/os y le infligió una puñalada a Galeano en el pecho, muy cerca del corazón, con un cuchillo marca Tramontina.
Las crónicas de entonces hicieron referencia a un atentado por cuestiones políticas, a una divergencia profesional y también a un drama pasional, de acuerdo con las principales hipótesis que manejaron los investigadores en aquél momento ajetreado de la vida política de Misiones.
Los que se apoyaban en las conjeturas políticas recordaban que Galeano era número puesto como ministro de Gobierno del primer mandato de Carlos Rovira, pero su designación cayó en saco roto y él se aprestaba para lanzar su candidatura a senador en 2001.
En cuanto a las sospechas de cuestiones profesionales, éstas giraban en torno a que el hecho que casi le cuesta al vida podría haber sido una de tantas causas que llevaba adelante su estudio jurídico, algunas por montos millonarios que bien podrían afectar intereses poderosos de la época.
Por último, quienes descreían de las hipótesis anteriores se dedicaron a fogonear la tercera alternativa, pero movilizados más por suposiciones de alcoba que nunca fueron desmentidas, las que se acrecentaron con la falta de esclarecimiento del hecho.
SIESTA VIOLENTA
Según los reportes periodísticos de la época, Galeano fue atacado por un desconocido/a/as/os, alrededor de las 14:30, mientras se encontraba en su despacho y sufrió una puñalada en el pecho, tras lo cual fue hallado herido por un sobrino que circunstancialmente pasaba por el lugar y decidió entrar a saludarlo.
Al hallarlo con el puñal todavía incrustado en el tórax, el joven no dudó el requerir asistencia médica y rápidamente llegó una ambulancia y los paramédicos cargaron al herido en una camilla y recorrieron el tramo desde el interior al móvil, con la víctima que seguía con el arma en el pecho.
Los facultativos decidieron que el Instituto de Ortopedia y Traumatología (IOT), ubicado en Bolívar y Jujuy, era el lugar más adecuado para llevar al herido. En el medio, el sitio Misiones On Line señaló que se trató de “un atentado que casi acabó con su vida y se apunta a la motivación política como móvil del intento de asesinato”.
El diario porteño Clarín, citó declaraciones de Susana Micolis, esposa de la víctima, revelando que “desde hace varios días Jorge venía recibiendo amenazas de muerte vinculadas a su candidatura a senador”, mientras que el entonces obispo de Posadas, monseñor Alfonso Delgado, no descartó “el móvil político —que es una causa segura para su familia— pero no se apartó de la puerta del lugar donde Galeano era operado”, decía el diario.
Con respecto a la herida que sufrió Galeano, el ministro de Salud Pública de la época, Telmo Albrecht, señaló que “le afectó una parte del corazón y del hígado, los médicos que lo atendieron darán a conocer un parte próximamente”.
INVESTIGACIÓN INCLUSA?
En los días siguientes, los investigadores buscaron a una “persona desconocida. El atacante sería un hombre flaco, alto, morocho, que se movilizaba en un automóvil manejado por una mujer”, que abandonó el lugar raudamente una vez que se concretó el ataque.
Después de tres meses del hecho, Misiones On Line refirió que “la Policía sigue trabajando en algunas pistas que son cada vez más difusas”, ya que “los pocos testigos que declararon en la causa no aportaron elementos de importancia para esclarecer el caso”. El juez era Jorge Grinhauz.
Pero la “sociedad misionera todavía espera ver tras las rejas a los autores del hecho”, sostenía la publicación, mientras que la víctima, diez días después, señaló: “Fue un intento de robo con características muy especiales. Me dijeron que me iban a robar pero no me robaron. Probablemente hay mucho susto en el que lo hace”.
Por entonces las miradas se dirigieron hacia un colaborador y amigo de la familia de la víctima, de perfil moderado e importante nivel cultural, pero al final lo investigadores no investigaron más y ante cada consulta respondieron con fastidio, dejando entrever que las hipótesis más serias cayeron en saco roto y solamente sobrevivieron las sospechas de las relaciones con su entorno, donde todos habrían acordado no hablar y preservar la convivencia. un pacto de silencio.
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Herrera Ahuad visitó a Antonella
El gobernador respaldó a la familia que reclama que le devuelvan a la niña que criaron como su hija y que pretenden adoptar:
“La vi integrada al ambiente y con mucho afecto”.
El gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, visitó a la pequeña Antonella en su casa de Eldorado. Fue el sábado por la tarde durante una visita a la Capital del Trabajo, como publicó en exclusiva el medio digital Stop en Línea.
En diálogo con La Voz de Misiones, el mandatario repasó los detalles del encuentro que se concretó en una casa del Barrio Primavera, en el kilómetro 2.
“Los visité. Noté empatía y afecto”, comenzó Herrera Ahuad, quien también es médico pediatra, en un análisis coincidente con el informe psicológico que recomendó a la Justicia no separar a la niña de sus padres del corazón, Ester Barreto y Luis Narciso.
El gesto del titular del Poder Ejecutivo con la familia de Antonella llegó en medio del reclamo continuo de la comunidad, que quiere que la Justicia -ahora la Cámara de Apelaciones– contradiga de una vez el fallo de la jueza Corina Jones, a cargo de Juzgado de Familia N°1 de Eldorado, que con su decisión arbitraria arrancó a la niña de la familia que la protegió desde recién nacida y que, desde siempre, pretende adoptarla.
Luego de una charla cercana con Ester y Luis, y de interactuar con la pequeña Antonella, el gobernador hizo su propia evaluación socioambiental, y le dijo a LVM: “Impresiona un núcleo familiar armónico”.
En un análisis breve y concluyente, el doctor afirmó: “Al a niña la vi integrada al ambiente y con mucho afecto”.
Tiro por elevación
Sin mencionar aspecto alguno de la causa judicial en torno a la adopción de Antonella, el gobernador Herrera Ahuad marcó su apoyo a la pareja que reclama la legalidad para continuar criando a su hija del corazón.
Sobre la visita del gobernador, Leandro Dávalos, tío de niña (hermano por parte de madre de Luis Narciso, el papá de Anto), repasó:
“En vez de enviar a un asesor, vino él a ver cómo vive Antonella”.
La visita sirvió además para que la familia le informe de primera mano la historia de la pequeña. Le entregaron una copia del informe psicológico que recomienda dejar a Antonella con mamá Ester y papá Luis y parte del expediente que la familia cuestiona y que la Cámara de Apelaciones revisa por estos días.
Como un tiro por elevación, Herrera Ahuad marcó su apoyo a los Narciso, los Barreto y los Dávalos, la gran familia que rodea a Antonella. Mientras tanto, todas las mañanas de mantiene firme una guardia de pacíficos manifestantes con carteles en la puerta del juzgado por calle Dinamarca.