OBERÁ. Un remisero denunció que policías de la Unidad Regional II lo detuvieron por 20 horas sin motivos. Durante el tiempo que estuvo David Garrido privado de su libertad, le impidieron avisar de su paradero y lo sometieron a vejámenes.
Según la denuncia que David Garrido radicó el lunes ante la Fiscalía de Instrucción Uno, su calvario comenzó el último viernes, alrededor de las 23 horas, cuando trasladaba un pasajero desde la base hacia el barrio Cien Hectáreas. En dicho barrio obereño, el remisero llevó hasta un comercio al pasajero, momento en el que fue interceptado por dos policías de civil. “Le preguntaban al pasajero si compró algo y él le dijo que sólo había comprado dos latas de cerveza. Después lo revisaron y revisaron el auto. El pasajero estaba alcoholizado y les contestó mal, ahí lo esposaron y lo detuvieron”, explicó.
En tanto, le solicitaron que se traslade hasta la Seccional Cuarta, donde mencionó que subió al pasajero en la base y lo detuvieron en pleno recorrido. “Me preguntaban si sabía si el pasajero había comprado algo, a lo que repetía que bajó en un kiosco a comprar cervezas, por lo que consideré que sí podía estar alcoholizado, pero nada más. Entonces me dijeron que si yo decía que el pasajero tenía algo y colaboraba iba a ser más fácil para mí”, relató.
Tanto el pasajero como el remisero fueron trasladados hasta la Seccional Segunda donde los desnudaron enfrente de personal masculino y femenino que se burlaron de ellos, luego les quitaron sus pertenencias, los metieron a un calabozo y los mantuvieron incomunicados. Posteriormente les hicieron firmar un papel que decía que estaban detenidos por averiguación de antecedentes pero anteriomente les hicieron firmar algo que no dejaron que vieran qué era.
Recién el sábado a la 20 recuperó la libertad, aunque no le entregaron su celular. Al respecto, desde la UR II no brindaron ninguna información oficial al respecto. Garrido además señaló que su madre estuvo averiguando en las comisarías por su paradero y no le informaron sobre su detención, solamente cuando ella se dirigió a denunciar su desaparición le dijeron que estaba allí. “Hice la correspondiente denuncia porque para mí fue una privación ilegítima de la libertad, un abuso de autoridad y apremios ilegales”, sentenció el remisero.
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LA VOZ DE LA GENTE
Se enteró que era adoptado y ahora busca a su mamá misionera
Walter Bruno, un bonaerense de 53 años, se enteró el año pasado que era adoptado. Ahora busca a su mamá, quien, según supone, es misionera.
Según contó el hombre en un posteo de Facebook, el año pasado descubrió que había nacido el 4 de julio de 1966 en el hospital Castex, de San Martín, provincia de Buenos Aires.
“Mi madre biológica me dio en adopción al matrimonio que me crio”, contó Walter y agregó que, lejos de estar enojado con ella, le agradece “que me hayas dado la vida y la familia maravillosa que me elegiste”.
En este sentido, el bonaerense ahora busca a su mamá, quien sería de la zona del Litoral, “con un porcentaje muy grande de Misiones, casi 100%”, aseguró.
Asimismo, se esperanzó: “Me encantaría verte, reconocerme en vos, ver si mis manos son como las tuyas, ver el brillo de tus ojos, saber quién es mi padre, si tengo hermanos, sobrinos. La mayoría de la gente dice precisar cerrar el círculo, yo lo veo más como acomodar la estantería para disfrutar lo hermoso de la vida”, reflexionó.
Sin mayores datos, Bruno dejó fotos de cuando era niño y de adulto “para ver si se reconocen los rasgos”.
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LA VOZ DE LA GENTE
“La Municipalidad me inventó una multa y me quiere cobrar $48.000”
Un vecino de la ciudad de Posadas se contactó con este medio para denunciar que la Municipalidad lo está “estafando”.
Según contó el joven a La Voz de Misiones, todo comenzó en septiembre pasado, cuando al momento de vender su motocicleta, se le ocurrió consultar si tenía alguna multa. Para su sorpresa, el sistema de registro de infracciones de tránsito de la comuna posadeña detectó que su vehículo tenía un acta de sanción.
Ante la duda, se acercó al Juzgado de Faltas Dos para solicitar información: “Ahí me enteré que la multa era por pasar en rojo, y no sólo eso, decía que me negué a frenar y me escapé insultando a la policía”.
Sorprendido, el joven realizó su descargo, desconociendo los hechos: “Creo que de algo así me acordaría, además nadie más maneja moto en mi casa”, argumentó el denunciante y agregó: “Lamentablemente no tengo cómo demostrar que no cometí la infracción, siento que la Municipalidad me está estafando basada en una mentira que inventó algún inspector”.
Además, quien reside en la zona oeste de la capital provincial recordó que “la multa supuestamente fue en enero, pero nunca me notificaron, me enteré recién cuando quise vender mi moto”. En este sentido, sostuvo que la Justicia lo condenó a pagar 667 unidades fijas.
Asimismo, detalló que “encima tardaron tres meses en enviarme la notificación de la sentencia de la jueza a mi casa, tiene fecha de octubre y me llegó la semana pasada”, dijo a LVM y apuntó: “Me quieren cobrar 48.000 pesos por algo que no hice y ni siquiera me ofrecen un descuento por pago voluntario”.
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LA VOZ DE LA GENTE
Pareja varada en Bolivia junta carbón para volver a Misiones
Una joven pareja de Misiones se fue a Bolivia para despedir a los padres de uno de ellos, quienes emprendían viaje a Colombia. Por la pandemia, se quedaron varados en Santa Cruz de la Sierra y no pueden volver.
Alfonso Rosemberg López, de 19 años, y Priscila González, de 18 años, son una pareja posadeña que en marzo viajó desde Misiones hacia Bolivia para despedir a los padres del joven, que por cuestiones laborales se iban a vivir Colombia.
El inesperado cierre de las fronteras tomó por sorpresa a la joven pareja, que debió usar todos sus ahorros para alquilar un dormitorio junto a los papás del muchacho y hacer la estricta cuarentena.
En diálogo con La Voz de Misiones, Alfonso relató la desesperada situación por la que está pasando junto a su novia: “De un día para el otro, mis viejos determinaron la fecha en que empezaban a irse para Colombia y decidimos con mi pareja venir y estar un tiempo con ellos y después volver”.
Pero todo cambió de color para los chicos, cuando en las noticias se comunicaba el cierre total de las fronteras debido a la pandemia de Covid-19: “En el trascurso del viaje hacia Bolivia estaba todo normal, todo bien, cruzamos frontera, llegamos a Santa Cruz de la Sierra y al día siguiente se cerraron todas las fronteras”.
A partir de allí, los jóvenes estuvieron encerrados los 45 días que disponía el gobierno boliviano, hasta la progresiva apertura de las actividades, y consiguieron una changa embolsando carbón.
Preocupado por no poder seguir sustentándose, Alfonso contó: “Un amigo de mi papá nos dio una mano y nos contrató para empacar carbón. Pero todo se ha vuelto muy complicado, porque a veces no se vende el carbón y nosotros quedamos sin trabajo en ese tiempo”.
Asimismo, el joven misionero comentó que, junto a su compañera, se acercaron hasta el Consulado argentino en Santa Cruz de la Sierra, y ahí le informaron que la única manera de volver a su hogar era por vía aérea: “Yo averigüé cuánto me salía para volver en avión y cuesta 300 dólares cada uno y por tierra sale más barato, pero todas las fronteras están cerradas y no me alcanza para volver en avión”, concluyó el muchacho.
El anhelo de los misioneros es regresar a la tierra colorada, poder ver a sus familiares y continuar con su vida. Por ello, dejan sus números para que alguna autoridad provincial pueda comunicase con ellos y brindarle una ayuda.
Alfonso Rosemberg López: 591 63406195
Priscila González: 591 62190355